4
Abordo de la Weatherlight, Gerrard se alegró de ver que Karn había regresado y traía consigo no sólo los artefactos del Legacy que Volrath había secuestrado junto con Sisay, sino además trajo consigo nuevas adiciones para la nave. La misión, en términos generales, había sido un éxito. Tenían los artefactos y Sisay se recuperaba con el tratamiento que Orim le aplicaba. Sin embargo, esas victorias eran huecas en comparación a haber perdido a su amiga de la juventud. Gerrard no pudo con el peso de la culpa: Crovax fue el que acabó con la vida de Mirri, pero fue él quien cerró la puerta a una posible salvación.
– Tenemos que irnos – ordenó Hanna – Ertai ya tiene el portal abierto. Y esta maravilla que trajo Karn hará nuestro viaje más rápido.
– Bien, pero no olvides detenerte por Ertai. No se puede quedar nadie más. Ya hemos perdido suficiente – dijo un Gerrard abatido.
Lyna esperaba junto a Ertai a que la Weatherlight viajara en dirección al portal.
– ¡Mira! – dijo Lyna – ¡Ya vienen!
Ertai vio que la nave se dirigía hacia ellos a una velocidad impresionante, seguidos de cerca por el Predator.
– ¡Bien! – exclamó Ertai – ¡Ya era hora!… entonces esto es el adiós, Lyna. Tu gente puede pasar por el portal. Subiré a ese risco para ahí saltar al Weatherlight y no quitar tiempo a nuestro escape.
– Adiós, Ertai. En verdad eres un gran mago.
La Weatherlight viajaba a una velocidad que jamás lo había hecho. Grevenhabía logrado ser subido al Predatorjusto para empezar su persecución. Mientras ambas naves se dirigían al portal, la Weathrlight ya se encontraba en el cañón y el portal abierto, Ertai esperaba en el risco y apretando los dientes dio un salto esperando caer en la nave con sus camaradas. Lo que sucedió fueron momentos de agonía para la tripulación.

Aún con la nueva velocidad adquirida, el Predatorle pisaba los talones a la Weatherlight. La tripulación veía como cientos de figuras fantasmales y sombras empezaron a moverse hacia el portal.
– ¡Debemos frenar un poco para subir a Ertai! – ordenó Gerrard a Hanna.
– ¡Algo pasa! ¡No puedo frenar con el Skyshroud activo! – dijo Hanna desesperada.
– ¡Miren ahí arriba! – exclamó Tahngarth.
– ¡Es Ertai saltando!
Lo último que vio Gerrard, en el plano de Rath, fue la cara de Ertai: una mueca de enojo y sorpresa al saltar y ver que la Weatherlightno había frenado.
Para Ertai, el ver que la Weatherlight no se detuvo y pasó el portal, fue un golpe a su moral. El mago no lo podía creer. Justo cuando la Weatherlight cruzó el portal, este se cerró, haciendo que el Predator se impactara contra la colosal construcción y, por ende, provocando que Ertai cayera sobre la nave rathi. Lo hizo de manera hábil por su magia, pero desafortunadamente el salto hizo que se encontrara a merced de Greven.
– Miserable Gerrard… me dejaron… ¡Los malditos me dejaron! – gritó Ertai.
– Si te portas bien, no te irá tan mal, humano – le respondió Greven con una carcajada.
La Weatherlight entró al portal dejando los horrores de Rath atrás, pero no del todo: El cuerpo inerte de Mirri, el destino incierto de Ertai. Gerrard se dio cuenta del porqué de la búsqueda incesante de Sisay por los artefactos para destruir al Amo de las Máquinas, el porqué de la búsqueda de los artefactos del Legacy durante todo este tiempo, a pesar de la muerte de Rofellos y de todo lo que había pasado. El Legacy era importante y, aunque para él seguía siendo sólo una colección de artefactos, ahora entendía que tenían un propósito. Ese propósito era salvar a Dominaria de una invasión y nada, ni siquiera su propia vida o la de sus amigos, estaba por arriba de esa prioridad. Gerrard maldijo al destino por ponerlo en esta posición.
– Bien gente… Sisay, en cuanto se recupere, volverá a ser nuestra capitán. – Gerrard se dirigió a sus amigos.
– Gerrard… acerca de Mirri… – Hanna no pudo seguir hablando. Todos tenían un nudo en la garganta.
– Mirri, Ertai… la gente que nos ayudó a entrar a la fortaleza… Eladamri y Oracle… les debemos el haber regresado a casa… ya habrá tiempo de…
– Ya cruzamos el portal… pero no hemos regresado… esto no es Dominaria – dijo Karn.
Toda la tripulación creyó que estaba loco, pero pronto se dieron cuenta de que el gólem plateado tenía la razón. Karntambién supo que no estaba controlando la Weatherlight, lo que significaba que pronto habría una colision.
Epílogo
1
“No importa la caída del evincar, encontraremos otro. Saldrá de entre nosotros o llegará de otro mundo. Guiará la primera fase de la invasión del amo. La sangre de los débiles será la tinta con la que escribiremos el grandioso nombre del gran Yawgmoth”.
– Extracto del diario del arquitecto de la Fortaleza

2
– Cerraste el portal… tú mismo dijiste que no intervendrías en su misión… que debían prepararse. – indicó Lyna.
– Ertaino estaba en condiciones de cerrar el portal. Siempre nuestra condición humana nos lleva a diferentes estados de ánimo y de sentimientos… somos débiles en ese sentido, si lo sabré yo.
Lyna volteó a la figura que está detrás de ella.
– Se han ido. ¿Ahora qué?
– Lo de siempre – dijo Urza – Esperaremos.

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