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En el momento en que Tahngarth dejó al cuidado de Orim a Mirri y a Crovax, ambos heridos, la curandera supo que algo andaba mal. Orim había sentido la fuerza con la que la guerrera felina había sido herida por Selenia, sin embargo, Crovax, a pesar de no tener heridas visibles serias, mostraba signos de debilidad. “Heridas del alma”, pensó Orim, “las más difíciles de cerrar”. Orim hubiese querido quedarse a monitorear tanto a Crovax como a Mirri, pero los eventos que se desarrollaban con el ataque del Predator a la Weatherlight se lo impidieron, y tuvo que subir a cubierta a ayudar a repeler el ataque, dejándolos solos.

Orim no vio entonces lo que pasaba. Crovax comenzó a moverse en sueños, su cuerpo se tensaba a pesar de estar profundamente dormido. Su mente viajaba mostrándolo frente a escenas que había presenciado: su familia, Selenia, sus amigos en la Weatherlight… se veía así mismo cayendo al precipicio…se mostraba frente a personas durmiendo mientras sentía que su hambre crecía. “Estoy destinado a morir entre pesadillas”, Crovaxpensaba entre sueños. “Cuando derroté a mi ángel, inició mi caída”. Recordó a Selenia y sus últimas palabras.
Despertó.

El aspecto de Crovax había cambiado, él mismo lo notó. De repente se sintió todopoderoso y sin heridas. “Selenia… mi amada Selenia… si pude vencer a la muerte significa que tú también… eres un ángel y se suponen inmortales… Nuestro amor perdurará…”. Crovax deseaba seguir pensando en su ángel guardián, pero un sentimiento apartó su mente de ella: Hambre.
Mirri yacía en la cama de al lado. Crovax sintió deseos de reclamar el cuerpo y alma de la guerrera felina. Mirri, gracias a sus sentidos aumentados, sintió inmediatamente que algo estaba mal y reconoció en Crovax a un enemigo, sin embargo, las heridas de la felina impidieron que pudiera moverse con agilidad y el peso de Crovax cayó sobre ella. Mirritrató de repeler el ataque de Crovax, pero en su condición no era rival para un vampiro fuerte y con hambre. Durante el forcejeo una voz llegó a la mente de Crovax, lo que hizo que dejara caer a Mirri y le dejara de prestar atención.
– No debes permitirlo… el enemigo no debe irse… detenlo…
Algo en la mente de Crovax cambió, dándole sentido a las palabras que escuchó. Sin embargo aún en su condición, sólo pensaba en un ser: Selenia.
– Lo haré… pero sólo si ella regresa.
– Ella está conmigo… si eres digno, la tendrás.

Crovax, contento con la respuesta, dejó a Mirri y se dirigió a cubierta dándose cuenta que había una pequeña batalla entre la tripulación de la Weatherlight y el Predator. Mirri, con dolor, decidió seguir a Crovax y poder avisarles a sus amigos que en Crovax ya no tenían a un aliado. Crovax se dirigió al cuarto de máquinas con la idea de sabotear la Weatherlight para evitar que pudiera retirarse del plano de Rath.
En el momento en que Mirri comprendió las intenciones de Crovax, atacó con sorpresa por detrás, haciendo que Crovax entrara en furia y su atención se fijara en ella. Crovax la persiguió haciendo que Mirri subiera a cubierta. Mirri pensó que podría tirar a Crovax de la Weatherligth cuando el vampiro se dirigiera a ella. Ella hizo su maniobra haciendo que Crovax cayera de espaldas por el borde, pero él se aferró a la felina que, en su estado, no logró evitarlo a tiempo. Ambos cayeron en los jardines de Volrath.
ooo
Gerrard y Greven il-Vec tenían su duelo personal en el que Gerrard tenía la desventaja hasta que el ruido producido por Crovax y Mirri llamó la atención de ambos. Gerrard aprovechó la interrupción para tomar la cuerda que aún suspendía de la Weatherlight. Tahngarth y los demás tripulantes empezaron a subirlo hacia la Weatherlight cuando Gerrard notó quienes habían caído.

Mirri rápidamente se incorporó esperando un nuevo ataque de Crovax, el cual se seguía moviendo como si la caída y el impacto no lo hubieran lastimado. Una vez más Crovax se lanzó contra ella. Ahí fue cuando Gerrard se dio cuenta de quienes peleaban. No podía creer que Crovax atacara sin piedad a su más vieja amiga. Su primer impulso fue ir a ayudarla, pero se dio cuenta de que no podría enfrentar a Greven y ayudar a Mirri a tiempo, fue ahí, mientras lo subían por la cuerda, que tuvo que tomar una terrible decisión: intentar ayudar a Mirri y arriesgar la misión de rescate o huir y dejar a Mirri y Crovax enfrentar su destino.
– ¡Mirri! – gritó Gerrard.

Mirri miró a los ojos a su amigo, con mirada confusa. Gerrard pensó en que quizá ella le decía que huyera y salvara a todos… o quizá le decía que la ayudara. Gerrard nunca lo sabría, con el corazón roto subió a la Weatherlight… Crovax comenzó a atacarla con fuerza desmedida y la gran guerrera cayó. Mientras Mirri veía subir a Gerrard pensó en que nunca le dijo que lo amaba. “Quizá lo supo siempre y no quiso lastimarme” pensó.
Mirri fue asesinada por Crovax bajo el cielo tormentoso de Rath. La guerrera felina no dejaría una lápida para ser recordada por la tripulación del Weatherlight.
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