Todos los planos del Multiverso tienden a crear una para desarrollar las diversas historias que Magic the Gathering nos presenta en cada entrega, sin embargo, son pocos los planos que generan una verdadera expectativa de juego en el momento en que son anunciados, inclusive desde la primera vez que fueron visitados. Entre esos planos se encuentra Innistrad, un plano del cual su mística de monstruos nocturnos, espíritus, hombres lobo y vampiros captó la atención desde el primer momento.
Innistrad, en previas visitas, ha sido el lugar en el que se han desarrollado grandes arcos históricos y eventos. Es hogar de varias criaturas legendarias muy populares en el juego (en todos los formatos) y es un plano que varios planeswalkers conocen y visitan.
Para nosotros los jugadores, esta será la tercera vez que Innistrad nos permitirá adentrarnos en su ambientación y aprovechamos la ocasión, con este artículo, recordando un poco de lo que ha pasado en el plano compartiendo con quienes por primera vez lo visitan.
La siguiente es la segunda de tres partes que darán una idea general acerca del plano.
Tras los eventos de Battle for Zendikar y Oath of the Gatewatch, Jace Beleren llega a Innistrad, en busca de Sorin Markov.La pírrica victoria del grupo de planeswalkers contra los eldrazi Ulamog y Kozilek hace que Jace busque ayuda de alguien que no sea Ugin. Jace sabe que Liliana Vess vive en Innistrad y, dada la historia de ambos, decide buscarla para dar más rápido con el antiguo planeswalker. Para mala suerte de Jace, este llega en plena Luna llena y el plano vibra con tensión.
Jace le pide a Liliana que le ayude a buscar a Sorin, pero ella se niega. Alguna vez se enfrentó al vampiro, pero fue claro que no ella no era oponente para un planeswalker con milenios de experiencia. Liliana sabía que ella sólo era una invitada en el plano natal de Sorin. Liliana le advierte que decir el nombre Markov o investigar no lo hará bienvenido en el plano. Jace se dispone a ir a la Mansión Markov a buscar respuestas, ahí lo que encuentra es una tumba de vampiros asesinados con piedra.
Jace encuentra dentro de la Mansión Markov un diario, el cual pertenece a una planeswalker de nombre Tamiyo. En el diario descubre que la tensión en el plano de Innistrad es reciente y que la clave para encontrar el misterio se encuentra en las estructuras que Tamiyo llama criptolitos. Las estructuras llaman la atención de Jace, quien había visto en Zendikar cientos de estructuras llamadas Hedrones, las cuales habían existido desde hacía milenios en el mismo Zendikar. Sin embargo, por lo que decía el diario, las estructuras apenas llevaban semanas en Innistrad. Algo también pasaba con las criaturas que protegían el plano. Jace trató de leer la mente de una mujer, pero había una locura en ella que no era normal. Alarmado, pues el estado mental de la mujer le hace ver visones reales de Liliana y Tamiyo, decide seguir el rastro de criptolitos. El diario de Tamiyo apunta a que la concentración de las estructuras está redireccionando el maná y que las criaturas de maná puro están siendo afectadas. Jace sospecha de Liliana y decide confrontarla, pero la locura atrapa también a Jace.
Sorin Markov regresa a su plano natal, tras los eventos vividos en el plano de Tarkir. Él mismo ve la Mansión Markov destruida y rápidamente sabe quién es la culpable. Sorin busca a Olivia Voldaren, quien está siendo la anfitriona de una fiesta, y le advierte que Innistrad está en peligro. Olivia no tiene alta estima por el apellido Markov y se burla de Sorin y su mansión destruida. Oliviale recuerda a Sorin que Avacyn es la asesina de varios vampiros. Sorin le explica que el propósito de Avacyn no es proteger a los humanos de los vampiros, sino proteger a los vampiros de ellos mismos y su insaciable apetito. Sorin pide ayuda a Olivia para unir a las diferentes casas de vampiros para derrotar a Nahiri, su antigua aliada. Olivia Voldaren, intrigada por ver a Sorin nervioso, acepta.
En la ciudad de Thraben, la planeswalker Tamiyo entra a la catedral con la idea concreta de usar magia para descubrir el origen de los criptolitos y de Avacyn. La naturaleza y entrenamiento de Tamiyo es guiada por la búsqueda de la verdad y dejar registro de ella, con el mantra de no interferir. Armada con papiros que describen hechos y hechizos, Tamiyo guarda tres muy especiales, los cuales se ha propuesto jamás abrir. Se sabe que uno de ellos contiene la historia que describe la destrucción del Reino de Serra. Atraída por la Luna y el folclore de Innistrad, lleva un par de años viviendo y aprendiendo lo que pasa en el plano.
Mientras está en búsqueda de información, Tamiyo ve que Jace también entra en la Catedral, balbuceando sobre Liliana. Tamiyo cura la mente de Jace, pero la soratami adopta una postura defensiva al saber que Jace quiere interferir en los eventos actuales de Innistrad. Tamiyo le pide a Jace que deje en paz a Avacyn, sin embargo, éste convence a Tamiyo de que juntos pueden descubrir el cambio que la ángel ha experimentado y que ha quedado escrito en el diario de la planeswalker. Con un hechizo telepático Jace encuentra a Avacyn, y ayudado por Tamiyo, entran en la mente del ángel.
Avacyn se encuentra en paz, escuchando las plegarias hacia ella. Sabe que su responsabilidad es inspirar, no luchar en cada batalla, pero una visión de enormes estructuras de piedra flotando en un lugar que no conoce la inquieta. Tras la visión empieza a escuchar otra voz sobre las plegarias que le llenan la mente con un pensamiento: “Las semillas de los hombres están corruptas”. Tras un breve mareo, Jace y Tamiyo tienen otro recuerdo de Avacyn. La ángel está acompañada de Gisela y de Bruna. Las tres ángeles están frente a Sigarda, y mientras Avacyn le pide a Sigarda que se una a ella, le recuerda lo que le pasó a la cuarta hermana. Otro mareo es sentido por el par de planeswalkers y un nuevo recuerdo aparece frente a ellos:se escuchan gritos en todas direcciones y algunas personas señalan el cielo apuntando a la misma Avacyn quien mira la Luna, escuchándola. “Todo arderá. Todo sangrará”, es el último pensamiento de la protectora de Innistrad mientras ordena un ataque al poblado.
Tamiyo y Jace salen de la mente de Avacyn y discuten si es mejor actuar o dejar las cosas seguir su curso cuando Avacyn llega y los ataca.
Es claro que ni Tamiyo ni Jace son rival para una ángel milenaria cuyo propósito es bélico; la oportuna llegada de Sorin, quien se interpone entre los planeswalkers y la ángel, los salva de una muerte inminente, o eso creen ellos. Sorincomienza a dialogar con Avacyn y le pide que regrese a su recinto para poder corregir lo que está pasando con ella. Jace le pide ayuda al antiguo vampiro quien, divertido, le dice a Avacyn que puede matar a los intrusos si ella mismo lo cree conveniente. Avacyn está encolerizada, pues empieza a ver a Sorin no como su creador sino como una sanguijuela que se alimenta de sangre y lo ataca.
Los ataques de Avacyn son inútiles contra Sorin, quien se revela como el creador de la antigua ángel. Avacyn manda llamar a sus ángeles, quienes comienzan a atacar a Sorin, pero este los destruye. Avacyn presiona y, convencida de que
Sorin es pura maldad, logra dañar al vampiro, quien no tiene otra alternativa. Tras un doloroso momento, en el que trata por última vez de dialogar con la ángel y, sin escuchar las palabras de Jace y Tamiyo, quienes creen que Avacyn está siendo manipulada, Sorin deshace el hechizo que mantenía a Avacyn atada a Innistrad. Tras su acción, Sorin, visiblemente afectado, deja la catedral.
Ajenos a las intenciones de Nahiri, nadie en el plano se da cuenta de lo que pasó en el momento en que Avacyn muere. Innistrad, desprotegido, está a merced del plan de la litomante: invocar a Emrakul. Los efectos del eldrazi se sienten inmediatamente en el plano y Nahiri está contenta de llevar a cabo su venganza contra Sorin.
