top of page

Los Condenados (Weatherlight 7/7)

Foto del escritor: mrpandamtgmrpandamtg

Actualizado: 8 jun 2020

Weatherlight

7

Gerrard se encontraba sol, en la cabina de Sisay, reflexionando lo que había escuchado de Starke. Su amigo Vuel, al que había considerado su hermano, era el responsable del rapto de Sisay. Los artefactos que él había tenido desde niño y que tanto había evitado eran en parte la causa por la cual la capitán había sido secuestrada.


Starke había sido el maestro tanto de Gerrard como de Vuel por muchos años. ¿Por qué le había llevado tanto tiempo liberar a su hija? Algo no le cuadraba a Gerrard.

Karn, Hanna, Mirri y Ertai entraron a la cabina, interrumpiendo sus pensamientos.

– Creo que no nos han presentado formalmente, capitán. Mi nombre es Ertai y soy el mejor mago de mi generación.

– Me alegra tu actitud, muchacho. Tu confianza es una virtud. – dijo Gerrard mientras veía a Mirri. La guerrera felina volteó los ojos.

– Estamos sobrevolando la región de Urborg. ¿Alguna idea de dónde empezar a buscar a Crovax? – preguntó Karn.

– ¿Eres tonto, gólem? ¿Acaso no recuerdas dónde murió Rofellos? – Mirri estalló saliendo rápidamente de la cabina.

– Lamento mi falta de tacto, Gerrard. – dijo Karn, apenado.

– No te preocupes. Empecemos por ahí. No estoy seguro si Crovax decidió quedarse en el lugar donde su familia fue asesinada.

Los ojos de Gerrad y de Hanna se encontraron.

– Hanna… yo… debemos irnos.

Desde que había regresado, Gerrard casi no había cruzado palabra con Hanna. El tiempo que habían pasado juntos parecía ya muy distante y de otra vida. Y aunque ambos seguían sintiendo lo mismo, los acontecimientos y la forma en cómo se habían ido desarrollando, no les había permitido tener un momento para hablar a solas.

Cuando la Weatherlight llegó a Urborg, inmediatamente comenzó la búsqueda de Crovax. Gerrard no quiso enviar grupos separados. Sólo iría uno y con él a la cabeza. La región de Urborg, aunque pantanosa había estado llena de vida alguna vez. Ahora, alrededor del hogar de Crovax vivían toda clase de bestias. Con Gerrard a la cabeza, el grupo avanzaba lento, pero a paso firme. La magia de Orim fue fundamental para atravesar el pantanoso Urborg casi sin dificultades. Al llegar a la residencia Windgrace, propiedad de la familia de Crovax, un ente de seis patas les impidió el paso. Se presentó como el Guardián del complejo. Gerrard razonó con él. No querían problemas, sólo habían ido a buscar a su amigo.

– Hay dos formas en las que pasaremos por aquí. Una de ellas implica que quedes consciente.

– Bien, humanos. Espero que encuentren a su amigo. Ha pasado tiempo y es posible que quede poco de él.



El Guardián se hizo a un lado, permitiendo pasarles. La tripulación tuvo un trago amargo al recordar que aquí, no hacía mucho tiempo, perdieron a su amigo Rofellos. Hanna además no sólo perdió a su amigo elfo, sino que su compromiso con la Weatherlight definió su ruptura con un enojado Gerrard. Por su parte, Mirri no quería pasar ya ni un momento más en ese lugar. Utilizando sus sentidos, identificó el lugar donde era más posible encontrar a Crovax. Apretando el paso, Mirri los guio hacia la parte norte del lugar. Al llegar, vieron a Crovax en el mausoleo familiar caminando entre los restos de su familia, con los cuerpos en plena descomposición.

ooo

Desde que se había quedado en Urborg, Crovax había estado tratando de restaurar el nombre de su familia. Él mismo se culpó por la muerte de Rofellos, y se dejó llevar por su amor hacia su ángel guardián Selenia. Solo, sin nadie más que la compañía de su ángel, el amor de Crovax por ella se volvió obsesivo.

– Selenia, te entrego todo mi ser. Mi amor está a tu servicio… tú no tienes por qué protegerme… yo quiero protegerte.

– …

– ¿Por qué me torturas así? ¡Respóndeme!… ¡Maldita seas!…

– …

– Hemos pasado por tanto juntos… tú sabes que te amo… que te liberaré… lo prometo…

Crovax siempre había sentido agradecimiento por Selenia, pues su familia no había sido de lo más amable o afectuosa con él. Cuando los sentimientos de agradecimiento cambiaron a algo más, Crovax fue cayendo en un estado de pasión por la criatura, que no entendía de afecto y era incapaz de corresponder su amor.


Crovax empezó a pensar que el artefacto que invocaba a Selenia era el causante de que ella no le amara. “Esta maldita cosa la tiene prisionera… ella cree que es mi prisionera… pero si fuera libre, me amaría…”. Creyendo que el artefacto era, en efecto, el causante de la condición del ángel, en un arrebato de furia, causado por Selenia al ni siquiera articular palabra, Crovax destrozó el artefacto creyendo que liberaría al ángel.

– ¡Te liberaré, amor mío! ¡Te dije que lo haría!

En el momento en que destruyó el artefacto, un polvo negro cubrió a Crovax y Selenia desapareció.

– ¡Selenia! No… ¡No!… ¿Dónde estás? ¡Muéstrate! ¡Maldita! ¡Me engañaste!



Ooo

– ¿Crovax? Soy Gerrard… Mira, venimos todos… tus amigos…

– ¿Amigos?… Traición… – respondió Crovax.

– No… no puedes culparte por lo que pasó. Todos queríamos ayudar. No es tu culpa que Rofellos…

– No sigas…

– Seré breve. Sisay ha sido secuestrada. Queremos que nos ayudes a recuperarla.

– No podría…

– Parece que si puedes.– interrumpió Ertai – ¿Tú solo quitaste la loza de piedra de esas tumbas? Eres fuerte, o ¿usaste magia?

– No te conozco. – respondió Crovax.

– Permíteme presentarme. Mi nombre es Ertai, el mejor mago de mi generación. – Mirri volteo los ojos.

– Entendería que no nos acompañaras, pero es una oportunidad. Los amigos ofrecemos eso. – soltó Orim.

– ¿Amigos? – Crovax hizo una pausa mientras veía a sus antiguos compañeros de aventuras – Están locos para querer a alguien como yo a bordo del Weatherlight, pero yo estaría más loco si quisiera quedarme aquí por siempre en esta podredumbre. Acepto.



De esa forma el destino de la tripulación quedaba sellado. Se dirigirían al plano de Rath a rescatar a Sisay.

– Partiremos de inmediato, ya hemos dejado pasar mucho tiempo. – Indicó Gerrard. – ¿Algo que debamos saber de tu mundo, Starke?

– No esperemos una buena bienvenida.

– No vamos de día de campo, estamos listos. – Bramó Tahngarth.

Karn y Hanna indicaron a Starke y a Ertai lo que debían de hacer para que la Weatherlight pudiera viajar entre planos.

– Starke, tienes que colocarte debajo del motor Thran y pensar en algo de tu plano. Puede ser un lugar, una persona. Sólo tienes que estar concentrado.

– ¿Pensar en una persona? Eso será fácil – respondió Starke.

– ¿Qué haré yo? – preguntó Ertai.

– A la señal de Karn, lanzarás un hechizo de transformación de materia al motor Thran.

– ¡Ah, de los difíciles!

– Nada que no pueda hacer el mejor mago de su generación – comentó Karn y Mirri soltó una risa.

– Tienes toda la razón, mi plateado amigo.

Gerrard echó una mirada a su tripulación. Con Tahngarth, Mirri y Crovax cómo línea de ataque, Orim, Hanna y Karn como defensa, Ertai y Squee como… lo que fuera que hicieran, se sintió con confianza para una rápida incursión en otro mundo. “Sidar Kondo tenía un dicho: “El primer paso hacia la muerte es el más difícil…”. “Una vez que la has aceptado, un peso se quita de tus hombros” pensó Gerrard. “No estoy listo para morir aún”.


En ese momento, Ertai lanzó su hechizo al motor Thran y la Weatherlight dejó los cielos de Dominaria y se embarcó en su misión a Rath.


 
 
 

Comments


Nosotros 
 

De nosotros para ustedes, compartiéndoles noticias, Lore, decklists, tips, datos curiosos, Magic-Memes y más info alrededor de la comunidad de Magic the Gathering.

  • Instagram
  • Facebook Basic Black
  • X

No te pierdas ninguna actualización

Únete a la PandaFamilia

© 2023 por Creativo. Creado con Wix.com

bottom of page