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Huída y abandono (Planeswalker parte 7/10)

Foto del escritor: mrpandamtgmrpandamtg

- No quisiera parecer desagradecida, pero es hora de seguir con tu plan – insistía Xantcha.

- Ya no lo deseo… Defender Dominaria de Phyrexia consumió mi espíritu. Solo quiero vivir aquí, junto a Serra, rodeado de tranquilidad y paz.

Xantcha había estado presionando por semanas a Urza. Era tiempo de marcharse. Xantcha sabía que el Reino de Serra no estaría escondido para Phyrexia por siempre. Sin embargo, Urza parecía no tener prisa ni ganas de continuar el propósito que lo había impulsado desde que se convirtió en planeswalker.

- Eventualmente nos encontrarán. Ya habías dicho que no deseabas poner en riesgo a otro plano más. – insistía Xantcha

- Lo sé, pero éste es el más plano más pacífico al cual hemos viajado. Inofensivo ante los ojos de Phyrexia.

- Eso no lo sabes… y no me dejas otra opción.

Xantcha sacó de su pecho, en un acto de desesperación, su propio corazón. Una rápida inspección le hizo darse cuenta a Urza, de que el corazón de Xantcha no era orgánico, sino artificial. Su heartstone era el aparato con el cual Yawgmoth podía controlarla dentro de Phyrexia.

- Tenemos una misión, Urza, un propósito… te juro que, si no nos vamos y continuamos, aplastaré mi corazón y acabaré con mi vida.

- Deja de decir tonterías. – Soltó Urza impasible. – Si en verdad eres phyrexiana, no puedes imaginar nada que Yawgmoth no haya puesto en tu mente. No me amenaces. Puedo llevarte lejos de aquí. Siempre fuiste más feliz cuando nos instalábamos en algún lugar, pero nunca has encontrado ese lugar aquí. Te echaré de menos.

- ¡Lo juro, Urza! Si crees que no soy digna de confianza, que pertenezco al Inefable, me destruiré – dijo Xantcha sosteniendo su corazón – Prefiero morir a saber que me has abandonado, que has abandonado tu propósito. Me ayudaste a recuperarlo y por eso te estoy agradecida, la forma como quiero ayudarte es enfocarte… tu mente funciona mejor si tienes objetivos en ella.

- Los objetivos cambian. Serra me ha dicho que Phyrexia eventualmente se destruirá. – Continuó Urza sin levantar su voz.

- ¡Por algo planean una invasión! Quieren asimilar otro plano. Tú representas una amenaza para él, ¿o por qué se enfoca tanto en destruirte? ¡Dime!

- Xantcha tiene razón – interrumpió Serra entrando en la habitación – Phyrexia representa una amenaza. Su afán de consumir hará que el plano que invadan eventualmente sea artificial, pues la naturaleza misma de Phyrexia es artificial… Eso hará que tengan que volver a invadir otro plano, y otro sin fin… Tu solo hiciste un daño considerable a Phyrexia, imagina lo que podríamos hacer juntos. Y no sólo tú y yo, hay más como nosotros.



- He conocido a algunos planeswalkers y no todos me han parecido brillantes. – soltó Urza.

- La verdad es que he tomado un riesgo muy grande al permitirles quedarse aquí más tiempo del que debieron – dijo Serra – lo hice esperando que al curarte pudiéramos hacer un plan, pero veo que la inactividad te ha nublado la razón.

Urza no respondió. En ese momento un temblor hizo eco en la ciudadela. Serra supo que algo estaba mal. Sintió que el plano comenzó a mancharse. Radiant entro al salón dónde ese encontraban Serra, Urza y Xantcha.

- ¡Mi señora! ¡Están aquí!

- ¿Phyrexia? – pregunto Serra.

- Si, la tierra está pudriéndose con el toque de maná negro y sólo han pasado algunos segundos – respondió Radiant, alarmada.

Xantcha veía a Urza, pero éste permaneció impasible.

- Levanta la protección – ordenó Serra a Radiant, quien salió inmediatamente. – Urza, necesito tu ayuda, con mi aura no necesitarás de armadura alguna, yo podré…

- No – respondió Urza de manera calmada.

- ¡Urza! ¿cómo puedes decir eso? ¡Es por nuestra culpa que están atacando aquí! – dijo Xantcha, atónita ante la respuesta de Urza.

- Si nos vamos, cesará su ataque. Necesito más información. Necesito saber el origen… todo se resume al origen… si lo descubro podré acabar con ellos. Es hora de partir, ¿Xantcha? – dijo Urza extendiendo su mano hacia ella.

Xantcha alcanzó la mano de Urza y ambos desaparecieron frente a Serra, quien no podía creer lo que pasaba. Enfurecida concentró su mana en generar protección hacia su reino, pero fue demasiado tarde.






La contaminación que supuso el ataque de Phyrexia infectó gran parte del plano y con mucha rapidez. Serra tuvo que actuar con más prontitud. Cada ángel que era destruido suponía un dolor físico y emocional para la planeswalker. La persecución de Urza por parte de Phyrexia había enviado incontables legiones al Reino de Serra y, aunque el ataque fue rápidamente repelido, el maná negro soltó una reacción en cadena al mezclarse con el maná puro del plano. Serra invocó un hechizo de protección, el cual contuvo el avance de enemigos y de su contaminación.



Con la protección de Serra, los ángeles rápidamente destruyeron hasta el último de los phyrexianos. Sin embargo, Serra vio el daño que habían causado, irremediable. Maldijo a Urza, por su huida. Juntos hubiesen podido erradicar el maná negro de las partes contaminadas. Ahora sólo quedaba una cosa que hacer, destruir la parte contaminada y con ello evitar que se extendiera. Con lágrimas en los ojos, Serra hizo lo que creyó correcto.

- Radiant

- Sí, mi señora.

- Mantener a raya el éter de Phyrexia consumirá mucho de mi poder, será mejor destruir las partes contaminadas, haz los preparativos para trasladar a la población de las partes dañadas a las ciudadelas libres. Avísame cuando este hecho.

- Pero mi Señora…

- Haz lo que te digo Radiant, por favor. Después de esto no me quedaré mucho tiempo, la obra de mi vida ha sido dañada y me es doloroso verla así… además, sé que el plano puede vivir sin mí.

Radiant no dijo nada. Una parte de ella siempre había ansiado que Serra dejara el reino para que pudiera regir en su lugar. Sus sentimientos eran contradictorios, pues tampoco deseaba perder el favor de Serra. En la mente de Radiant, todo ángel o persona que estuvo en contacto con el maná negro de Phyrexia estaba infectado, no había razón para ser salvados. Cuando se acercó a Serra para informar que la gente había sido trasladada a lugar seguro, mintió.

- Está hecho, mi Señora. Las partes dañadas están vacías.

- Bien, te lo agradezco Radiant. Has inspeccionado tus filas. ¿A quiénes perdimos?

- Tu hechizo de protección fue lanzado justo a tiempo, mi Señora, sin embargo, si hubo bajas. Para mí, la más lamentable fue la pérdida de Selenia.

- ¿Selenia? En verdad Phyrexia atacó fuerte. Ella…

- Sí, mi Señora. Mi mejor guerrera fue presa de los phyrexianos. Espero que haya tenido una muerte honorable.




Serra no quiso decir la verdad a Radiant, pero ella sabía que Selenia no había sido destruida, sino raptada. El propósito del rapto no era claro para la planeswalker. Serra evitó la despedida, simplemente dejó el plano ante los ojos de Radiant, quién tenía un conflicto interno. Radiant ya no tendría que rendir cuentas a alguien superior, pero ya no tendría tampoco un mentor. En cuanto Serra dejó el plano, la catástrofe comenzó. Las partes envilecidas del plano se destruyeron, quedando sólo el maná blanco que no había sido contaminado.





- ¡Vete entonces! – Radiant gritó hacia dónde estaba Serra – ¡Y deja éste mundo a quienes en verdad les importa!

Serra jamás volvería al plano que creó.




 
 
 

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