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El Portal (Tempest 5/7)

Foto del escritor: mrpandamtgmrpandamtg

Actualizado: 8 jun 2020

Tempest

5

Mirri y Hanna despertaron mientras eran llevadas, aún esposadas, hacia una gran cámara. Para sorpresa de ambas, se vieron rodeadas de una gran cantidad de elfos, aunque Mirri también distinguió a algunos humanos. La puerta de la cámara a la que eran llevadas se abrió de par en par dónde fueron recibidas por dos personas que estaban de pie.



– ¿Y bien? ¿Son ellas? – preguntó el elfo que se encontraba al centro de la gran sala.

– Sí, son mis amigas. – respondió una voz familiar.

– ¿Gerrard? – preguntó Hanna, feliz.

Mirri y Hanna no lo podían creer: Gerrard se encontraba vivo y bien. Detrás de ellas aparecieron Orim, Crovax, Ertai, Squee y el resto de la tripulación que sobrevivió a la caída del Weatherlight.

– ¡Esto son verdaderas buenas noticias! – dijo el elfo que estaba junto a Gerrard – Esperábamos al Korvecdal y este viene acompañado de más compañeros. ¿No es esto maravilloso, Oracle en-Vec? – preguntó el elfo, dirigiendo la mirada a una humana anciana, que utilizaba turbante y una bata blanca.

– En verdad es signo de los tiempos que vendrán – respondió la mujer llamada Oracle.

– Bienvenidos todos. Una disculpa por la forma en la que han sido tratados, pero sabrán que en Rath estamos en guerra y que cualquiera puede ser un agente enviado por Volrathpara interferir en nuestra tarea. Mi nombre es Eladamri, y soy señor de los elfos de Skyshroud. Permítanme ofrecerles una disculpa y una explicación.


ooo

Gerrard despertó. Las espesas hojas de los árboles del Bosque Skyshroud habían amortiguado su caída. Las ramas de esos árboles, llenos de vida, eran muy flexibles y Gerrard agradeció eso. Estaba vivo, sin embargo, herido. Mientras recuperaba la conciencia escuchó voces.

– ¡Por aquí!

– ¡Vengan rápido!

“No puede ser”, pensó Gerrard, levantándose a duras penas. Su vista aún seguía nublada. Vio figuras humanoides, y aunque se trató de poner en pie, se desplomó.

Gerrard despertó horas después siendo atendido por un sanador.

– Descuida Korvecdal. Ya estás recuperándote.

– Mi nombre es Gerrard… ¿quiénes son ustedes?

– Somos peregrinos. Nos dirigimos al Bosque Skyshroud a pedir refugio, a nombre de Oracle en-Vec. Esperamos que el amo de las hojas, Lord Eladamri, nos pueda ayudar. Puedes venir con nosotros. Tu llegada es un signo de buenas noticias, de lo que está ocurriendo y de lo que vendrá.



Ooo

Gerrard compartió la historia de cómo entonces fue rescatado por los peregrinos y cómo fue informado de la situación actual en Rath. La anciana mujer llamada Oracle en-Vec tomó la palabra.

– Ya fui presentada por Eladamri. Mi nombre es Oracle en-Vec y soy la guía espiritual de los humanos de Rath. Como llegarán a ver, no todo en Rath es malo. Es un plano duro, difícil… pero es nuestro y la profecía habla del Korvecdal quien llegará de los cielos y desterrará al evincar de la Fortaleza de la Ciudad de los Traidores.

Gerrard había agradecido la ayuda que le habían dado al curar sus heridas, pero no estaba ansioso en convertirse en el portador de otra profecía. Ya de por sí, le pesaba su destino de ser quien obtendría los artefactos para derrotar al amo de las Máquinas.

– Eso es una leyenda. Tal cosa no existe – interrumpió Starke.

– ¿Quién de entre todos nosotros puede decir eso, Starke il-Vec? – preguntó Oracle, dirigiéndose a las personas que se encontraban en la Gran Sala.

Al decir esto, los elfos y humanos de Rath que estaban en la sala comenzaron a murmurar. Algunos incluso levantaron la voz.

– Traidor ¡Traidor!


“Tranquilos hermanos”, Oracle en-Vec, trató de poner orden,  “no hay necesidad de recordar el pasado ni poner incómodos a nuestros nuevos amigos. En su momento hablaré con Korvecdal, con Gerrard, y sabrá toda la verdad, su destino. Lo que deben saber es que nuestra cultura,  nuestros pueblos, son enemigos del evincar de Rath desde siempre. Actualmente la Fortaleza es comandada por el evincar llamado Volrath, pero nuestros pueblos, los Kor, los Vec y los Dal han estado unidos y resistiendo desde hace ya mucho tiempo la tiranía de los ocupantes de la Fortaleza. Deberemos permanecer unidos para derrotar por fin al evincar y evitar que su maldad llegue a otros mundos. Con la ayuda de nuestros hermanos elfos tendremos aún más posibilidades. Hay un futuro en el cual sólo veo niebla y una única sombra… eso no debe pasar en Rath… Hasta aquí han llegado historias en las cuales se habla de una mujer poderosa que perdió todo por dar la espalda a su gente, a su Reino de Ángeles… por no enfrentar al mal… Su plano destruido por lo mismo que ahora nos está amenazando. ¡Eso aquí, no pasará!”


Starke se sintió nervioso. Había estado jugando tanto tiempo con ambos bandos, que ya él mismo se había atrapado en su red de mentiras. Por un lado, hace ya mucho tiempo, había traicionado a su gente en Rath para ayudarse a sí mismo en su objetivo personal de convertirse en el evincar del plano. La misión que le fue encomendada fue encontrar individuos con capacidad para el mal, que pudieran competir en el escalón para tomar el mando de la fortaleza y ser eventualmente un nuevo evincar. Starke tomó su misión con gusto, modificándola un poco. Su idea sería encontrar a ese individuo y moldearlo para que fuera sumiso ante él y de esa manera ser el poder detrás del poder. Sin embargo, Vuel siguió su camino sin su maestro. Sin forma de regresar a Rath, se unió a la tripulación del Weatherlight cuando Maraxus le llevó la noticia de que Volrath, el nuevo evincar de Rath, mataría a su hija Takara si éste no conseguía los artefactos de Legacy. Se unió a la tripulación del Weatherlight y una vez más tuvo que jugar con fuego para llevar los artefactos hacia Volrath. Se reprochaba así mismo no decirle la verdad a Gerrard. Después de todo se dirigirían a la Fortaleza de Volrath y ahí él podría rescatar a Takara, pero, la verdad, su ambición de convertirse en el evincar de Rath, aun le pasaba por la mente. Si había manera de lograrlo, haría todo lo posible para conseguir tanto a su hija, como ser dueño de Rath.

Eladamri ofreció una cena para sellar lo que sería el juramento de Oralce en-Vec a nombre de las tribus humanas para una alianza. El aderezo en el pastel era que ahora tenían nuevos aliados en Gerrard y su tripulación, además de un nuevo artefacto que podría competir contra el Predator. La nave de guerra del evincar, comandada por Greven, había hecho que los pueblos libres de Rath tuvieran poco margen de victoria, pues no tenían la tecnología para hacerle frente. Durante la cena, Starkesintió que los ojos de Oracle en-Vec se posaban continuamente sobre él. Sentía, incluso, que la mujer le leía la mente. Mientras los comensales disfrutaban de buena comida, la anciana mujer se levantó para dirigirse al sanitario. Starke, aprovechando que la gente se mantenía en sus asuntos, decidió seguirla.


– Antes quisiera saber su razón de ponerme en ridículo enfrente de mis amigos.

– ¿Amigos? Supongo que los consideras amigos… Si pudiste darle la espalda a todo tu pueblo. ¿Qué más da darle la espalda a unas pocas personas más?

– Eres rara mujer… no te recuerdo… no recuerdo haberte conocido u oír de ti… ¿Quién eres? ¿Qué quieres?

– Alguien que quiere ayudar. Pero no te preocupes por mí o lo que le pueda decir a Gerrard. Tú puedes continuar con tu plan de convertirte en el evincar de Rath, eso no me importa… Gerrard y la Weatherlight cumpliendo su destino, eso es por lo que he trabajado toda mi vida.


Desconcertado, Starke dejó a la mujer regresar a la fiesta a la cual él también se unió. Se encontró a Eladamri y a Gerrard ya hablando de planes de cómo entrarán a la Fortaleza de Volrath.

– Yo mismo lideraré nuestro ejército, junto con nuestros valiosos aliados humanos – decía el líder elfo mirando a Oracle en-Vec. – Daremos una oportunidad a nuestros amigos para que, con su nave, puedan penetrar por cielo a la fortaleza mientras nosotros atacamos la Ciudad de los Traidores. Dejaremos vacía la fortaleza de ejércitos, forzando a encontrarse con nosotros en batalla, pero por ningún momento crean que la fortaleza quedará vacía esperando que ustedes logren entrar y salir fácilmente. – Eladamri ahora echaba una mirada a la tripulación del Weatherlight – Volrathtiene ahí los más diversos trucos, sin mencionar que el mismo evincar los estará esperando. – finalizó Eladamri.

Gerrard y la tripulación entonces definieron los planes que debían seguir para llegar a la fortaleza. Sin embargo, Hanna no tenía buenas noticias.

– El motor Thran quedó dañado cuando la nave cayó al bosque.

– ¿Qué quiere decir eso? ¿La Weatherlight quedó inservible? – Gerrard preguntó, tenso.

– Podrá volar, pero aún cuando Ertai llene el motor al máximo con su magia, esta no podrá viajar entre planos. Si rescatamos a Sisay, no podremos regresar a Dominaria.

– ¿Qué tan grave está? ¿Puedes repararlo, Hanna? – preguntó Ertai, con la boca seca. Se sentía responsable, pues aun cuando rescato el artefacto del saqueo de los moggs, no pudo evitar que sufriera daños.

– No. Tengo la herramienta, pero no los materiales. Rath no los produce, ya he hablado con algunos elfos y humanos y no pueden ayudarnos.

– ¡Qué eso no les baje la moral amigos míos! – interrumpió Eladamri.- Necesito que estén motivados para lo que viene.

– Nuestra misión quedaría a medias si sólo rescatamos a Sisay y los artefactos… Aún nos faltan otros artefactos para formar al Legacy. Y no están siquiera en este plano. Sino en un plano llamado Mercadia. – respondió Hanna.

– No muy lejos de la Fortaleza del evincar, se encuentra un portal.

– ¿Un portal? – preguntó Orim – ¿Qué hace aquí ese portal?

– No tenemos una idea concreta, no sabemos utilizarlo. Pero de él llegan víveres y armas para nuestra causa. Ha sido nuestro secreto mejor guardado. Volrathno sabe de su existencia. Si nos cortara esa fuente de recursos, no hubiéramos podido aguantar tanto tiempo la resistencia.

– ¿Quién les envía armas? ¿Quién lo colocó? – Orim siguió insistiendo.

– Me haces preguntas que no puedo responder. Me disculpo. Para mí es suficiente saber que nos es útil. – Eladamri respondió con una sonrisa sin malicia. – Podríamos ir a verlo, para que lo observen. Nos tomará medio día a pie.

ooo


Gerrard, Orim, Squee y Ertai acompañaron a Eladamri y a su guardia personal al lugar dónde el portal apareció. El portal de más de 300 metros de alto, sorprendió a la tripulación.

– Creí que el portal sería más pequeño. ¿cómo es que no ha sido visto por la gente del evincar? – preguntó Orim, quien encontraba muy sospechoso el asunto.

– El lugar es casi desierto. Prácticamente nadie pasa por aquí. Nuestra aliada, Oracle en-Vec,nos dio su ubicación en una de sus profecías. Ha sido de mucha ayuda. – respondió Eladamri.

– Miren las marcas que tiene alrededor. Son símbolos Thran – Ertai señaló el portal.

– Ertai tiene razón – afirmó Orim – ¿Qué hace un portal Thran en otro plano fuera de Dominaria?

– Tu vena investigadora deberá quedar de lado por ahora Orim – interrumpió Gerrard – ¿Cómo podremos utilizarlo?

– Una rápida traducción indica magia. – Respondió la sanadora, quien estaba viendo unos papeles con runas traducidas. – ¿Ertai, crees poder lanzar un hechizo que active el portal?

– ¿Cualquier hechizo servirá? Déjenme intentarlo.

Ertai comienzó a lanzar un hechizo, pero la estructura metálica no muestra respuesta.

– Creo que deberían lanzar un hechizo y yo tratar de atraparlo. Intentémoslo – pidió Ertai – Orim, lanza un hechizo de sanación, yo lo contrarrestaré.

Orim inicio su hechizo, siendo absorbido por Ertai. El portal nuevamente no se perturbó.

– Qué raro… ¡Ya sé!… Squee, amigo mío, utiliza el artefacto que siempre cargas.

– ¿Uh? – el goblin miró a Ertai como bicho raro.

– Utiliza tu juguete. Mira, préstamelo…

– ¡Grrr! ¡Suelta! – Squee lanzó un mordisco a la mano de Ertai que no logra dar en su objetivo.

– ¡Eh! ¿Gerrard?… dile a nuestro amiguito que sólo es una prueba.

– Anda, Squee. Úsalo, ¿quieres? Ya no asustes a Ertai.

Squee frotó su “juguete” y Ertai contrarrestó el efecto, haciendo que el portal en su parte central emitiera una luz.

– ¡Miren! Funciona. – Exclamó Eladamri.

– Entonces el truco es manejar un artefacto – dijo Ertai.

– Eso será fácil, porque técnicamente la Weatherlight estará en función al acercarse. ¿Podrás contrarrestar su movimiento? – preguntó Orim.

– Sí, pero necesitaré practicar. Están de acuerdo que la luz que emitió el portal no duró mucho. Sé que Squee no me dejará su juguete… pero ¿tendrán algo más para practicar?

– ¿Qué quieres decir? ¿Te quedarás a practicar? – preguntó Gerrard. Aunque no le extraña la actitud de Ertai, quien siempre estaba dispuesto a ayudar.

– Tengo que hacerlo… además, no soy un brazo fuerte que pueda ayudarles dentro de la fortaleza.

– Ertai tiene razón, una vez con Sisay, pasaremos aquí, podremos subirlo y entonces hará el hechizo. – sugirió Orim.

– Bien, está decidido. Te dejaré la Null Rod, para que practiques. – dijo Gerrard. – ¿A dónde creen que nos pueda llevar el portal?

– Cualquier cosa es mejor que éste plano de tormentas interminables.

– Estas hablando de mi hogar, mago. – Soltó Eladamri, molesto.

– ¡Ay, por favor!… tienes que aceptar que no son las playas de Aerona. Buena suerte. – les dijo Ertai. – Aquí los espero.

El grupo se marchó dejando a Ertai, quien se puso a meditar al lado del portal. Ajeno a una figura que rondaba cerca de él.



 
 
 

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